jueves, 10 de marzo de 2011

EL ARTE DE SE APRENDER A LEER: LA LECTURA EN LENGUA EXTRANJERA

              
INTRODUCCIÓN
            ¿Cuándo se empieza a leer? En verdad no se puede indicar un momento exacto para el comienzo de la lectura. En realidad, todo empieza cuando los niños intentan entender textos de uso habitual: carteles, etiquetas, anagramas... cosas del tipo. Dentro de eses conceptos los escritos son objetos que están presentes en su entorno y, desde muy pronto, niños y niñas tratan de interpretarlos. Es decir a leer se empieza cuando se empieza a buscar significado en un texto.
            Por supuesto, los niños comienzan a acercarse a la lectura, sobre todo, cuando ven leer a los más próximos. Si nos ven leer habitualmente a los mayores, si nosotros les estimulamos para que presten atención a los escritos, pronto empezarán a hacernos preguntas. Mediante estas preguntas están intentando obtener dos tipos de conocimientos: por una parte, conocer el significado de las palabras (¿ahí qué pone?) y, por otra, saber cómo se lee (¿qué letra es esa?). En este momento podemos decir que el aprendizaje de la lectura ha comenzado.
             ¿Y cuánto dura el aprendizaje de la lectura? Es cierto que las destrezas de descifrado se aprenden pronto. Desde pequeños, nuestros hijos conocen las relaciones entre letras y sonidos y sus combinaciones, y saben interpretar estos sonidos encadenados como palabras con significado en el conjunto de un texto. Pero con este conocimiento no ha terminado el aprendizaje de la lectura, el de la comprensión e interpretación de los textos. Así, para ser capaces de comprender un texto, debemos poner en juego saberes muy distintos: unos en relación con nuestra experiencia y conocimiento del mundo; otros sobre la lengua y sobre los textos. La experiencia amplia en cada uno de estos ámbitos nos permitirá acceder al contenido del texto en su integridad: interpretar la intención del autor, la ironía, los dobles sentidos o la alusión y relación entre textos. Apenas cuando logramos poner en práctica todos eses aspectos podemos decir que somos capaces de leer y realmente comprender i interpretar un texto, sea él cual sea.


LA LECTURA COMO UN ACTO SOCIAL
            Sin desconocer las definiciones de la lectura como competencia, habilidad, capacidad, mecanismo, etc., desde nuestra perspectiva, la lectura es, ante todo, una práctica social. Sostener este postulado es admitir que la lectura no es independiente de las comunidades socio-lingüísticas en las que se lleva a cabo y que está relacionada con las actividades prácticas de los individuos, quienes recurren a ella para solucionar problemas de diversa índole (aprender, conocer, informarse, resolver una consigna de trabajo, armar un aparato, rendir un examen, preparar una comida, orientarse, actuar, discutir, tomar una decisión, retransmitir algo, etc.).
En otros términos, la lectura es una actividad social, adquirida a lo largo de la confrontación de un individuo con los diferentes tipos de escritos que circulan en su socio-cultura en un momento dado. Así, la lectura se convierte en un modo de comunicación entre una subjetividad (el autor) y otra subjetividad (el lector) a través de un texto que, a su vez, es un eslabón en la compleja cadena de otros enunciados (Bajtín, 1999: 248).
            Resumiendo lo expuesto hasta ahora, diremos que la lectura concebida de esta manera es una lectura contextualizada (en el seno de comunidades socio-lingüísticas particulares), que remite a una capacidad y no a un mecanismo (es realizada por un individuo con proyectos de lectura claros, que intenta, al abordar un texto, resolver un problema práctico en el cual se ve implicado), y "que se aprende" (no de una vez para siempre, sino en los diferentes contextos en los cuales los individuos ingresan).
            Ahora bien, la lectura como práctica social es también una "construcción de sentidos" y no un "descubrimiento" del sentido del texto. Esa construcción da lugar a la polisemia y a la ambigüedad y pone de manifiesto la actividad semiótica de los individuos.

EL APRENDIZAJE DE UNA LENGUA EXTRANJERA

            En el mundo actual, adquirir una competencia plurilingüe y pluricultural conlleva al individuo a desarrollar y utilizar sus destrezas y conocimientos, su experiencia sociocultural y pragmática, sus valores y creencias de manera que le permitan facilitar una vinculación con su entorno local, regional e internacional. En el caso del aprendizaje de las lenguas extranjeras, el desarrollo de competencias lingüísticas, comunicativas y culturales son aspectos esenciales en la formación educativa del individuo.
            El éxito en el aprendizaje de una lengua extranjera en las diferentes habilidades como son la expresión oral y escrita, la comprensión auditiva y de lectura, se puede facilitar mediante la activación previa de las competencias del alumno, proporcionando los elementos lingüísticos necesarios, propiciando estrategias de aprendizaje eficaces y promoviendo la reflexión del alumno respecto a su uso en contexto personal y académico.        
           
En lo que se refiere a la lectura en lengua materna y lengua extranjera,

el propósito fundamental es que el alumno la utilice como instrumento de comunicación, que tenga posibilidades de adquirir conocimientos a través de ella, que reconozca valores de su propia cultura y se dé cuenta de los vínculos de ésta con otras culturas o áreas del conocimiento, desarrollando una “competencia comunicativa” en el idioma estudiado. (CORNAIRE: 1999).

ENCUESTA

            Partiéndose del principio de que para hacerse un estudio sobre técnica de lectura en lengua extranjera es necesario tenerse datos para analizarse, para tanto fue realizada una encuesta referente al tema, así, fueron invitados a participar de la pesquisa estudiantes del 3º, 4º y 7º módulo del curso de licenciatura en lengua española del IFRR (Instituto Federal de Educação, Ciência e Tecnologia de Roraima) sumando un total de 20 (veinte) alumnos. Teniéndose como marco una metodología cuantitativa de avaluar resultados por amuestra, esa pesquisa logra contraponer datos y resultados para hacer un panorama del aprendizaje de una lengua extranjera con enfoque en la lectura.

ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

            Los datos obtenidos con la encuesta sobre cómo se aprende a leer en lengua extranjera después de arreglados fueron tabulados y arrojados al cuerpo del trabajo por medio de gráficos para auxiliar, como objeto visual, la comprensión general del asunto.

            En la primera pregunta fue cuestionado cuáles son las técnicas utilizadas para leer un texto de forma provechosa. Entre las opciones expuestas el silencio presentó el mayor porcentaje, 65% del total, demostrando que la concentración es parte fundamental para la comprensión, puesto que concentrarse en silencio es una tarea más fácil. En contrapartida la lectura con el uso del sonido de la propia voz  tuvo un porcentual significativo, acumulando 35% de los entrevistados. El deletreo y otra técnica particular de las personas consultadas no obtuvieron números, quedando con 0%.  


            Al tratarse de la comprensión del contenido de un texto, en el que se refiere a todo léxico desconocido encontrado en una lectura, 70% de los entrevistados afirmaron que investigan en un diccionario siempre que encuentran palabras que no conocen. Los otros 30% siguen leyendo aunque no conozcan algunas palabras que aparecen en el texto, afirmando que el contexto subraye tal lapso, y hasta fornezca entendimiento, partiendo del todo para las partes.
  
            Cuando preguntados sobre textos que no gustaban, 50% de los entrevistados  dijeron que un texto les parecían enfadoso cuando no les interesaban el asunto; 30% de ellos afirmaron que desistían de la lectura cuando los conceptos que el texto contenía eran demasiado complicados; 20% optaran por decir que dejaban de leer si en el texto tuviera muchos términos desconocidos. Ningún de los elegidos citó que no les gustaban leer textos donde no reconocían las estructuras gramaticales. 


            Complementando el tópico abordado en el gráfico 2, nuevamente hablando sobre la comprensión del contenido del texto,  el entendimiento total de una lectura, según los participantes de la encuesta, solo es viable cuándo: 60% respondieron que creen que entendieron a un texto cuando es posible dar su opinión sobre él; 35% afirmaron que tal facto ocurre solamente si son capaces de reescribir el mismo texto con otras palabras, y por fin los 5% restantes se atuvieron a la comprensión léxica, enfatizando que entienden a un texto cuando conocen el significado de todas las palabras.



            Aunque parezca redundante preguntar sobre preferencias al respecto de ésta o aquella lengua,  tratándose aquí de nativos de lengua portuguesa que están aprendiendo a la lengua española, cuando inquiridos sobre en qué lengua les gustaban más leer, 80% de los entrevistados fueron enfáticos al decir que prefieren leer en lengua materna, aislando los 20% restantes a la lengua extranjera,  datos contradictorios para estudiantes de idiomas que necesitan practicar leyendo en lengua extranjera.



            ¿Con qué frecuencia lee un texto en español?
            Cuándo preguntados, 35% de los entrevistados respondieron que siempre; 30% dijeron que casi siempre leen en español y el restante, 35% del total, afirmaron que a veces leen textos en la lengua de Cervantes. La opción de leer apenas para resolver las tereas académicas no fue apuntada, quedando con 0%.


            Cuando preguntado sobre la diversidad de los textos que estaban acostumbrados a leer en español los entrevistados fueron bien diversos puesto que 45% de ellos afirmaron que leen textos literarios alegando que su contenidos son más amplios y arraigados de significados lo que contribuye para un mayor aprendizaje; con lo mismo índice, 45%, otros dijeron que tienen el costumbre de leer textos periodísticos, lo que incluye periódicos impresos, virtuales y sitios electrónicos de noticias. Con 10% del total de entrevistados están aquellos que se dedican a revistas especializadas o informativas para mantenerse informados.



            En el gráfico ocho, 80% de los entrevistados afirmaron que utilizan el mismo método de lectura tanta para la lengua materna como para la extranjera; los 20% restantes dijeron que se valen de medios distintos para leer en lengua diferentes. Los datos muestran que la comparación entre las dos lenguas es una constante que perdura siempre.


            Cuando preguntados sobre lo que viabilizaba la práctica de la lectura en lengua extranjera los entrevistados fueron bastante tradicionalistas, puesto que 70% de ellos dijeron que para que esa destreza pudiera ser eficaz el estudiante necesitaba tener un conjunto preestablecido de habilidades como amplio conocimiento del léxico, que quedó con 20% del restante de los entrevistados, conceptos socioculturales, que obtuvo 5% y conocimientos lingüísticos que tuvo también el índice de 5%. Aquí aparece un hecho interesante en vista de que los participantes de la encuesta hicieron  una distinción entre lectura y comprensión de la misma con relación a los dos tópicos de menor expresión numérica. 


            Como queda evidente en el gráfico, todos los entrevistados aseguran que la lectura de textos en lengua extranjera, en el caso de éste estudio en lengua española, contribuye para el aprendizaje de esta misma lengua como en una especie de función metalingüística. Los datos son interesantes se analizarnos la conformidad, la unanimidad de los encuestados.

CONSIDERACIONES FINALES

            La habilidad de leer es una destreza indispensable para cualquier pretensión en el campo de aprendizaje de idiomas, y cuando se habla de lectura el término no se restringe sólo  a textos escritos, puesto que leer en el sentido más amplio abarca percepciones bien más sutiles, lecturas bien más subjetivas, semióticas y socioculturales, pues apenas así es posible se hablar de aprendizaje.
            Respecto a la capacidad de aprender, lo que denota cambio de postura, se espera que los alumnos desarrollen sus destrezas de estudio y heurísticas acordando prioridad en la responsabilidad de su propio aprendizaje. En este sentido, como auxiliador,  la función central del docente en el proceso de lectura consiste a guiar, orientar y coordinar las actividades de aprendizaje dirigidas a los alumnos. Tomando como ejemplo el marco de referencia cognitiva y social, el docente puede hacer sugerencias pertinentes para consolidar la experiencia de la lectura hacia una construcción y apropiación óptimas del conocimiento, una reflexión de estrategias y técnicas de lectura en la propia lengua materna.
            Es fundamental que el docente impulse el diseño e impartición de asesorías con el propósito de aclarar dudas, reforzar conocimientos y evaluar el progreso, desempeño y logro de los aprendizajes de cada uno de los alumnos a nivel individual. El seguimiento de las asesorías tiene como objetivo inducir a los alumnos a organizar sus estudios según sus necesidades particulares y académicas.
            La lectura en lengua extranjera ha de vincularse también a las actividades cotidianas como la música, los juegos y recursos informáticos, el cine, la televisión, la prensa y las nuevas tecnologías de la comunicación. El desarrollo de habilidades de lectura en lengua extranjera se orienta con fines prácticos en la vida académica y profesional del alumno.
           

REFERENCIAS

BAJTÍN, M. Estética de la creación verbal, México, Siglo XXI: 1999.
CORNAIRE, C., GERMAIN, C., Le point sur la lecture. Paris, CLE International : 1999.

ANEXOS

Asignatura: Técnicas de Lectura
Actividad: Encuesta sobre las distintas maneras de leer un texto
Alumno: Antonio Carlos

1) ¿Cuándo leer que técnicas utiliza para que la lectura sea provechosa?
(       ) El silencio   
(       ) El deletreo
(       ) El sonido de la propia voz
(       ) Otra
2) Cada vez que en un texto no comprende a una palabra…
(       ) Continua leyendo  mismo así
(       ) Investiga su significado en un diccionario
3) No le  gusta un texto cuando…
(       ) En él hay muchos términos desconocidos
(       ) No le interesa el asunto 
(       ) Los conceptos que presenta son muy complicados
(       ) No reconoce las estructuras gramaticales que aparecen en él.                    
4) ¿Cuándo cree que entendió a un texto?
(       ) Cuando conoce el significado de todas las palabras
(       ) Cuando  es posible dar su opinión sobre él
(       ) Cuando  es capaz de reescribirlo con otras palabras.  
5) ¿En qué lengua le gusta más leer: La materna (LM) o la extranjera (LE)?
(      ) Lengua materna (LM)                    
(      ) Lengua extranjera (LE)
6) ¿Con qué frecuencia lee un texto en español?
(        ) Siempre
(        ) Casi siempre
(       )  A veces                  
(       )  Lee apenas para resolver las tareas académicas
7) ¿Qué género de texto le gusta leer en español?
(       ) Textos literarios    
(       ) Textos periodísticos
(       ) Revistas
8) ¿Utiliza el mismo método de lectura tanto para la lengua materna como para la extranjera? Justifique
(      ) Sí                        (     ) No
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9) ¿Qué es lo que viabiliza la práctica de la lectura de la LE?
(      ) Amplio conocimiento del léxico
(      ) Conceptos socioculturales
(      ) Conocimientos lingüísticos      
(      ) Todo
10) ¿La lectura de textos en LE, contribuye para el aprendizaje? Justifique.
(     ) Sí                            (    ) No
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